sábado, 23 de octubre de 2010

EJERCICIO 0

ROBERT FRANK “LOS AMÉRICANOS”



Robert Frank, fotógrafo y realizador de cine suizo. Emigrado a los Estados Unidos, formó parte de la generación beat, “beatnik” americana. Este grupo buscaba un sentido a su existencia. Se sentían estafados por el “American way of life”.

Durante las siguientes líneas se va a hablar de “THE AMERICANS”, uno de los libros de Frank que supuso un punto de inflexión para la fotografía documental. El prólogo del libro lo escribió Kerouac (escritor de la generación beat, autor de un estilo que se denominó prosa espontánea).

“A cualquiera que no le gusten esas fotitos no le gusta la poesía, ¿o no? A cualquiera no le gusta la poesía, se va a casa y ve en la tele escenas de vaqueros con sombreros grandes aguantados por caballos amables.
Robert Frank, suizo, discreto, amable, con esa pequeña cámara, que levanta y dispara con una mano se tragó un triste poema desde la misma América y lo pasó a película, haciéndose un sitio entre los grandes poetas trágicos del mundo.
A Robert Frank ahora le doy un mensaje: Tienes ojos.
(Kerouac, “THE AMERICANS”).”


Tanto Frank como Kerouac mostraban la firme voluntad de liberarse de las asfixiantes convenciones sociales de su época. Robert Frank supone una ruptura con los convenios al uso, propios del reportaje y del documentalismo, libera a la fotografía de su registro inequívoco.
“El interés de Frank era el de documentar desde la ironía el contraste entre el optimismo reinante en los años 1950 y las diferencias raciales y de clases existentes en la sociedad estadounidense”.1

Robert Frank trabajaba con una pequeña Leica serie M. Objetivos muy abiertos, ópticas que se acercaban a los angulares y con películas de mucha sensibilidad.

Frank no tenía la intención de elaborar otro inventario de lugares y personajes. Ni tampoco buscaba la captura de eventos extraordinarios y sorprendentes por su pintoresquismo o rareza. Sino que, como él dijó: “mis fotografías hablan de la ansiedad y de la miseria de la gente de la periferia, del blanco y del negro, de una desesperación a veces evidente” (Robert Frank)


Los sujetos de sus fotografías están allí, pero nunca aprendemos nada de ellos. Ni de su existencia, ni de su destino. En Los Americanos Robert Frank nos habla de instantes descontextualizados, ahistóricos, que constantemente remiten a una experiencia interna.
“Lo que impresiona en la obra de Frank es la subjetividad de su mirada. Hasta su llegada , las fotografías eran los espejos de “una” realidad  que era percibida en su apariencia más o menos exacta. Por definición los reportajes dan cuenta de los hechos, son testimonios. Frank no produce testimonios, no cuenta nada. El se muestra a sí mismo. Todas sus fotos son como autorretratos. La modernidad de Frank reside aquí, en esta sinceridad”.2

“Las imágenes que presento son partes integrantes de mi vida cotidiana. En ellas convergen dos puntos de vista , uno depende de la cultura, el otro del pleno presente. Uno como refugio del otro. Los dos necesarios e inútiles. El primero hace aparecer las imágenes que tenemos en la cabeza, pero que nos parecen anónimas, el otro se origina por mi mirada en las calles, observando cosas que parecen desapercibidas para los demás.3[…] La fotografía es un viaje solitario “ Yo nunca tuve un ojo frío”. (Robert Frank)

Frank revela detrás de múltiples disfraces la evidencia de lo que no se quiere mostrar.
La fotografía tenia el argumento arrastrado del siglo diecinueve de que este recurso técnico, era incapaz de realizar la transformación de la realidad que el arte exige, excluía la fotografía de los medios que se mueven dentro del campo de la expresión.
No obstante la fotografía no pasó desapercibida en su capacidad para la manipulación de masas. De esta forma se utilizó con la Farm Security Administration (FSA).

“ Frank se preocupaba por la investigación poética en los encuentros frutos del azar, reemplazando así el formalismo y las normas profesionales precedentes”.4 “ Sus imágenes “sucias” e “imperfectas” revolucionaron el estilo de la estética documental”.5
Podemos hablar de Bill Brandt o Kersterz  como influencias asumidas por Frank. Así como también de Walker Evans con su libro  American Photographs  de1938, como antecedente directo pero sólo en el tema y no en el estilo. Evans es mucho mas descriptivo, encuadres planos y frontales, evitando referencias a la subjetividad.

Frank manifestaba la necesidad de dar al lenguaje fotográfico una gramática nueva y diferente de los recursos que utiliza la pintura. Por ello su rebeldía no estaba vacía. Lo que Frank muestra va subordinado a como lo muestra. Hay un continuo intercambio de roles entre la fotografía y el cine. Incorpora por primera vez lo que es ajeno a lo visible: el fuera de campo, que era hasta entonces característica propia del cine y la transforma en protagonista de su fotografía. La nitidez aparece como una más entre todas las posibilidades que tiene el foco. Aparecen elementos desestabilizantes dentro y fuera del marco fotográfico, que denuncian la insuficiencia del medio para colmar la necesidad de decir del autor. El centro de interés lo instala en los territorios de la duda y lo llena de misterio. No hay una referencia certera que de un significado de lo que se está viendo. Serán pues historias con un antes y un después, con un final abierto y sensaciones o sentimientos inesperados.

Algo que es de gran importancia es la aceptación de Frank de no tener el dominio absoluto sobre su cámara. La máquina, aliada con lo imprevisible de la realidad, puede captar accidentes inesperados, capaces de albergar la esencia del momento registrado. Robert Frank permite que en sus fotografías haya imperfecciones que vienen del mundo del que fueron seccionadas, permitiendo de este modo al espectador participar con su propia historia; participar para construir un sentido.

Como conclusión diríamos que Frank reinventó la fotografía, la deconstruyó e introdujo un aire de libertad. Transgredió sin complejos las normas establecidas.
Su viaje fue impulsado por una poética de tristezas y su trabajo está lleno de segundos imprecisos que sólo una cámara de fotos es capaz de captar como verdades sublimes.
El espectador, más que el reconocimiento visual de una situación, recrea la situación emocional e intelectual que ésta provoca. Nos invita a participar en lo que estamos viendo, en lo que está sucediendo, más allá de lo que se representa. Las fotografías de Robert Frank no están hechas para mirar, están hechas para sentir.


 1: VIRGINIA ESPA, Apuntes TEOF 1º EAH, Pág nº 2
 2: VIRGINIA ESPA, Apuntes TEOF 1º EAH, Pág nº 2
 3:VIRGINIA ESPA, Apuntes TEOF 1º EAH, Pág nº 2
 4:VIRGINIA ESPA, Apuntes TEOF 1º EAH, Pág nº 1
 5:VIRGINIA ESPA, Apuntes TEOF 1º EAH, Pág nº 2



WEBGRAFRIA:
-    delafotografía.blogspot.com
-    www.elmundo.es
-    www.ojosdepapel.com
-    www.multiweb.com.ar

BIBLIOGRAFÍA:
-BERNABÉ SARABIA, Robert Frank: Los Americanos. La fábrica, Madrid, 2008
-SONTANG, SUSAN, Sobre la fotografía, Ed. Sudamericana, Buenos Aires, 1980
-MERLE, DANIEL, Memorias de un poeta triste (entrevista), en ADN Cultura La Nación, Buenos Aires, 18/08/2007