jueves, 16 de junio de 2011

LA CREDIBILIDAD DEL ESPECTADOR

La idea principal que se va a tratar en el siguiente texto es intentar demostrar como las imágenes fotográficas que presento son una herramienta que resulta de gran utilidad a una sociedad denominada por Guy Debord “la Sociedad del Espectáculo”. Herramienta que utilizan para intentar que reemplacemos el mundo exterior por el mundo representado.
A través de las imágenes se puede engañar a nuestra mirada. “El arte representativo imita a la naturaleza y esta imitación nos procura placer: pero de paso y casi dialécticamente, influye en la <> o, al menos, en nuestra manera de verla”. 2 Por tanto puede cambiar nuestra concepción del mundo y creer real lo que sólo es apariencia, suplemento o “decoración añadida” 3. “La fotografía contribuye en nuestros días, desde la información y desde el arte, a esta implantación generalizada de la mentira” 4.

Estas imágenes seguramente conllevan muchos significados. Significados que se escapan del control del autor ya que existen una gran variedad de significados secundarios que dependen de cada espectador. En estas imágenes el lector completa el mensaje. Con ello no quiero decir que no haya un control de las connotaciones que existen en estas imágenes pero es el lector quien completa el sentido de las imágenes con sus propias experiencias. También con todas esas ideas estereotipadas que existen en una civilización como la nuestra que está acostumbrada a pensar con imágenes. Es por ello que resulta de gran interés que analicemos la sociedad en la que vivimos a través de las imágenes que ella produce. El signo visual “pone en juego tipos de asociaciones mentales y campos asociativos tan específicos como el analógico y el cualitativo, el relacional o el comparativo.” 5 Es la cultura quien nos enseña a leer estos signos. Puede existir un juicio de grupo que condicione o eclipse el juicio del sujeto individual.

Existen una serie de acuerdos o reglas sociales para la representación del espectáculo. Debemos entender que estas imágenes funcionan también como símbolos, debido a la carga subjetiva y cultural. El símbolo se genera cuando nos preguntamos: “el por qué del indicio y el cómo del icono” 6. La respuesta a estas preguntas sólo genera reconstrucciones hipotéticas y conceptos deformados por el receptor. Provoca interpretaciones que superan al suceso mismo. Ver, no es igual a conocer. Sólo vemos apariencias y eso no nos permita conocer al ser. Sufrimos tal saturación de imágenes que vivimos en un mundo de simulación, en el que sustituimos las esencias por sus apariencias. A través del símbolo obtenemos un sitio para lo impalpable y para la creencia.

Creemos que las imágenes nos sirven para encontrar verdades debido a su capacidad narrativa. Pero no es así, sino que a través de ellas encontramos maneras de enfocar la realidad. “La imagen no es más que la lectura que hacemos de ella, no hay una mirada inocente” 7 Según la relación del espectador con la imagen desencadenará unos u otros efectos sobre su vida psíquica. La narratividad de la imagen se verá afectada por su interpretación. “La fotografía impone a la vez la verdad de la existencia de su referente y el engaño de mi apreciación sobre él” 8.

La imagen fotográfica se ayuda de su nivel denotativo para producir un nivel connotativo y así poder expresar más significados. En toda fotografía hay un discurso: manipulación del tiempo y estructuración del espacio. “La imagen no es un signo […], sino un texto, tejido mezclado de distintos tipos de signos y que en efecto nos hablan secretamente” 9.

El espectador realiza lecturas sujetas a las repeticiones mentales. “La repetición constante en los medios de comunicación, […] les confiere una fuerza de intimidación tan grande que ahoga toda tentativa de reflexión libre y hace muy difícil la resistencia.” 10 Con imágenes como las que aquí se presentan introducen nuevos valores en la sociedad. Los personajes representados en ellas se convierten en ídolos que son venerados y deseados, debido en gran medida a su contemplación erótica. Esto es posible gracias a que el lenguaje fotográfico en un medio de distribución como la publicidad es cada vez más breve y conciso. Las imágenes que aquí se presentan sirven de herramienta a dicha sociedad, si pensamos en el hecho de que construyen un espacio imaginario para satisfacer un deseo.

Al mirar estas imágenes no podemos atender solamente al lenguaje fotográfico, quiero decir a lo puramente visual. Las fotografías se confrontan con el interior de nuestro conocimiento. “No podemos escoger lo que sabemos, al igual que no podemos escoger qué parte de nuestro conocimiento latente será despertado por el estímulo de una imagen, reactivado y reforzado por ella”. 11

El autor de estas fotografías ya no es el pilar fundamental de producción de significado, lo que le concede un significado es sobretodo su contexto de producción: la sociedad del espectáculo. Al estar expuestos de una manera casi infinita a una producción masiva de imágenes ya no las leemos de forma pausada y detenida. Ya no nos hace falta hacerlo de esta manera, debido a su naturaleza “lacónica” (Freud), ya sabemos como funcionan y cual es la estructura general que poseen. “La narración del mundo conseguida por la fotografía no se alcanza de una manera lineal, sino por la repetición de lecturas verticales, en la inmovilidad, en la atemporalidad”. 12

Convertimos la imagen en objeto que creemos poseer. La imagen se convierte en una “mercancía” 13. Ofrece “la posibilidad, para el sujeto de contener el objeto de su emoción y el sentimiento muy intenso de estar contenido en el objeto que ha acompañado a dicha emoción” 14. La sociedad del espectáculo fabrica falsas emociones (sensaciones) para que nos convirtamos en consumidores de apariencias e ilusiones. El espectador es preso de esas emociones creadas y por tanto inconscientes. El espectáculo juega con el inconsciente colectivo hasta el punto de transformarlo. El órgano de la visión no es neutro y no resulta “una actividad ajena al resto de la conciencia” 15. Así que hacemos asociaciones entre imágenes de forma que nosotros mismos no controlamos (de forma inconsciente). Una imagen nos puede llevar a una idea que aunque no este presente de forma muy notable en esa imagen, no se producirá nunca de forma gratuita, ni tampoco fortuita. “La imagen <> algo de inconsciente, de primario, que puede analizarse inversamente, el inconsciente <> imágenes, representaciones.” 16

Con la difusión masiva de imágenes nuestra conciencia es invadida por el espectáculo. Cada uno de nosotros formamos parte de esa sociedad productora de espectáculos. “ El espectáculo no es un conjunto de imágenes, sino una relación social entre personas mediatizadas por imágenes”. 17 Nuestra vida es representada por imágenes así que llegamos a confundirnos entre realidad y representación. “El hombre olvida que ha sido el mismo quien generó las imágenes para orientarse en el mundo. Cuando pierde la capacidad de descifrarlas empieza a vivir en función de sus propias imágenes” 18. El espectador se apropia de elementos de la imagen que va a interpretar como porciones de realidad. Las fotografías producen figuras cercanas a las que vemos en el mundo.
Dedicamos mucho tiempo a la contemplación de una vida representada que nos incita al consumo de una vida soñada. Cuanto más contemplamos esa vida que pretende representar “el Paraíso” menos entendemos el mundo en el que existimos. Empezamos a confundir cuales son nuestros verdaderos deseos y creemos necesaria esa realidad escenificada. Esa vida soñada no es más que una “ilusión parcial de realidad” 19 producida por una conciencia engañada. Una falsa ilusión traducida en imágenes que establecen un objeto de deseo para el sujeto. Imágenes que incentivan el deseo de mirar para que sean socialmente admitidas. Convertimos esas imágenes en objeto y se produce una “evidente degradación del ser en el tener” 20 y más tarde en el parecer.

Sufrimos una gran saturación de imágenes por parte de los mass-media. La fotografía se encuentra cada vez mas próxima a nuestra concepción del mundo. “A diferencia de otros modos de representación adquiere un sentimiento de realidad ineluctable del que uno no llega a desembarazarse a pesar de la conciencia de todos los códigos que allí están en juego y que han procedido a su elaboración” 21 Negamos la puesta en escena que hay en todas las fotografías y se convierten en la alucinación de un mundo que traducimos en real. Como Flusser, pienso que la aparente objetividad de la fotografía es un engaño. Además, resulta peligroso; ya que creemos conocer el mundo a través de ellas y la realidad resulta mucho más compleja que su representación. “Lo real se nos escapa, tal vez […] porque es imposible de mostrar”. 22

La aparente objetividad de las fotografías resulta peligrosa porque proyectamos su significado indescifrable al mundo real, lo que provoca que cambiemos nuestros conceptos sobre el mundo. El espectáculo pasa a ocupar el lugar de nuestra vida natural y se convierte en complicado encontrar un lugar dentro de él; el espectáculo es irreal. El mundo se encuentre reemplazado por sus imágenes.

Schaeffer propone una lógica de la ruptura basada en la falta de un contacto directo, por lo tanto reconocemos el mundo en las imágenes de una forma indirecta ya que este tipo de comunicación es “unilateral” 23. Las imágenes de la sociedad del espectáculo no pueden establecer una relación sin traumas con la realidad. Los que se niegan a aceptar esto, niegan el verdadero origen del trauma y descargan su frustración contra los mass media. La imagen tiene una gran capacidad de persuasión pero no es ella la que nos debería causar temor sino todo el sistema en el que ella participa. Un sistema capital que crea diferentes estilos de vida como objetos de comercialización. El sistema de poder sabe como crear imágenes que nos susciten emoción. Para Francia Vanote la emoción puede provocar un descenso de las capacidades del sujeto, lo que facilitaría el pensamiento único y una aceptación pasiva del espectáculo. Por lo tanto la imagen puede convertirse en un instrumento de unificación. “Las simples imágenes se convierten en seres reales y en la motivaciones eficientes de un comportamiento hipnótico” 24 . Los medios de comunicación establecen un control absoluto para que la representación se presente como realidad a través de imágenes producidas para que lleguen a un público masivo, es decir sin una cultura determinada.

En las democracias actuales en las que vivimos todo pensamiento, ideología o palabra contraria a sus organismos de poder queda excluida de una manera imperceptible. Hay una sola doctrina: la del pensamiento único, autorizada por una invisible policía de la opinión que consigue transformar nuestra percepción. Entre estos nuevos poderes, el de los Medios de Comunicación de masas aparece como uno de los más potentes y temibles. Es la estructura socio-económica de nuestra sociedad la que fabrica el espectáculo para poder así controlar nuestro tiempo. Promulga un carácter dogmático, que termina por defender ideas en forma acrítica y conformista. “El espectáculo no quiere llegar a nada más que a sí mismo” 25 .

El fotógrafo queda expuesto a este tipo de sociedad, por tanto podrá producir imágenes a su servicio o por el contrario podrá hacer escuchar su propia voz. Para ello, en mi opinión es muy importante que se restablezca la comunidad del diálogo.

En definitiva, las fotografías que aquí presento ponen en contacto al individuo con el mundo exterior. Por otro lado, todo este tipo de imágenes a las que estamos expuestos en nuestra vida cotidiana nos han robado nuestra propia identidad. Reafirmamos nuestra realidad a través de la vida escenificada de las fotografías. “La cámara fotográfica ha conseguido captar lo abstracto del tiempo y del espacio suspendiendo al individuo en la gran incertidumbre de su propia existencia” 26 . En el presente, nos encontramos obligados a analizar nuestros valores y a volver a determinar las circunstancias de nuestra realidad.




CITAS Y TÉRMINOS:
1: Jacques Aumont, “La Imagen”, “El papel del espectador”, Barcelona, Ed Paidos
2: Jacques Aumont, “La Imagen”, “El papel del espectador”, Barcelona, Ed Paidos, Pág. nº 87.
3: Guy Debord, “La Sociedad del Espectáculo”, París, Ed Buhet-Chastel 1967, Capítulo 1 nº 6.
4: Joan Fontcuberta, “Verdad, Tiempo y memoria”, Lápiz nº 72, Pág. nº 22.
5: Joly, “El enfoque semiológico”, “La imagen fija”, Buenos Aires, Ed. La Marca, 2003, Pág. nº 47.
6: Schaeffer, “El icono indicial”, “La imagen precaria. Del dispositivo fotográfico”, Madrid, Ed. Cátedra, 1990, Pág. nº 51.
7: Tisseron, “Los imaginarios de la fotografía”, “El misterio de la cámara lúcida. Fotografía e inconsciente”, Ed. Universidad de Salamanca, 2000, Pág. nº 2.
8: Tisseron, “Recuerdos: La traición de las imágenes”, “El misterio de la cámara lúcida. Fotografía e inconsciente”, Ed. Universidad de Salamanca, 2000, Pág. nº 132.
9: Martine Joly, “Imagen y discurso”, semiológico”, “La imagen fija”,Buenos Aires, Ed. La Marca, 2003, Pág. nº 154.
10: Ingnacio Ramonet, “Pensamiento único y nuevos amos del mundo”, “Como nos venden la moto”, Barcelona, Ed Icaria Más Madera, 1996, Pág. nº 61.
11: Victor Burgin, “Ver el sentido”, Barcelona, Ed Gustavo Gil, 2004, Pág. nº 177.
12: Victor Burgin, “Ver el sentido”, Barcelona, Ed Gustavo Gil, 2004, Pág. nº 182.
13: : Guy Debord, “La Sociedad del Espectáculo”, París, Ed Buhet-Chastel 1967.
14: Tisseron, “Los imaginarios de la fotografía”, “El misterio de la cámara lúcida. Fotografía e inconsciente”, Ed. Universidad de Salamanca, 2000, Pág. nº 10.
15: Victor Burgin, “Ver el sentido”, Barcelona, Ed Gustavo Gil, 2004, Pág. nº 165.
16: Jacques Aumont, “La Imagen”, “El papel del espectador”, Barcelona, Ed Paidos, Pág. nº 123.
17: Guy Debord, “La Sociedad del Espectáculo”, París, Ed Buhet-Chastel 1967, Capítulo 1 nº4.
18: Villem Flusser, “Una filosofía de la fotografía”, Madrid, Ed Síntesis,2001, Pág. nº 13.
19: Jacques Aumont, “La Imagen”, “El papel del espectador”, Barcelona, Ed Paidos, Pág. nº 104.
20: Guy Debord, “La Sociedad del Espectáculo”, París, Ed Buhet-Chastel 1967, Capítulo 1 nº 17.
21: Philippe Dubois, “ De la verosimilitud al index”, “El acto fotográfico. De la representación a la recepción”, Barcelona, Ed. Paidos, 1986, Pág. nº 21.
22: Fançois Soulages, “Estética fotográfica”, “El objeto del reportaje. De las ilusiones a las creencias”, Buenos Aires, Ed. La Marca, 2005, Pág. nº 82.
23: Guy Debord, “La Sociedad del Espectáculo”, París, Ed Buhet-Chastel 1967, Capítulo nº1,nº 24: Guy Debord, “La Sociedad del Espectáculo”, París, Ed Buhet-Chastel 1967, Capítulo nº 1, nº 18.
25: Guy Debord, “La Sociedad del Espectáculo”, París, Ed Buhet-Chastel 1967, Capítulo nº1, nº 14.
26: Marga Clark, “Impresiones fotográficas, El Universo actual de la representación”, Madrid, Ed Julio Ollero, Colección Imaginarium, 1991, Pág. nº 37.